Manhattan, Nueva York. Después de casi treinta años sin saber de ellos, los fantasmas y demonios se han vuelto a escapar de los infiernos para destruir la ciudad. Esta vez un nuevo equipo de Cazafantasmas, formado por un grupo de cuatro mujeres, está dispuesto a terminar con cualquier amenaza espectral.
Razones para verla:
1º Los efectos especiales son mejores. Han pasado 32 años. Es normal. La producción tiene un elevado presupuesto y, en ese aspecto, no lo desaprovechan.
2º Puede que consiga arrancarte alguna risita o media sonrisa. Especialmente cuando el rector las despide o con la entrevista a Hemsworth para el papel de recepcionista. Por desgracia ese humor no tiene continuación hasta que no llegan los títulos de crédito, donde puede que la película vuelva a hacerte sonreír.
3º Una lanza a favor de las cuatro actrices, que se esfuerzan, no se limitan a desfilar por la película, como hizo el reparto original con la secuela que rodaron en 1989. Y aunque no es una película redonda y el guión no las acompaña, ellas lo intentan. Se agradece ese esfuerzo.
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